Texto

“Hay una metáfora que he tenido ocasión de citar más de una vez, aquella metáfora persa que dice que la luna es el espejo del tiempo. En la sentencia ´espejo del tiempo´ está la fragilidad de la luna y la eternidad también. Está esa contradicción de la luna, tan casi traslúcida, tan casi nada, pero cuya medida es la eternidad.” Jorge Luis Borges. Siete Noches.

La Luna es puro paisaje, tal vez el único paisaje que la humanidad comparte desde su origen: vemos la misma luna que vieron los primeros humanos.

Un proyecto para la luna ha de ser ante todo un proyecto paisajístico, que dialogue con su condición perpetua. El carácter más saliente de su paisaje es el color monocromo de su superficie y los miles de cráteres de diversos tamaños, producto del impacto de asteroides a lo largo del tiempo.

Para cualquier intervención en la luna proponemos comenzar siempre espejando la geometría cóncava de los cráteres para materializar sobre los mismos domos convexos y ligeros -de gran eficiencia estructural en la baja gravedad lunar- que definen y protegen espacios interiores. Vistos desde arriba, su sombra será similar a la del cráter original, pero invertida. Su material constructivo se obtendrá del perfilado del fondo del cráter, lo que garantizará un color similar al de la luna. Con tecnología de impresión tridimensional, el polvo lunar obtenido se irá acumulando en estratos horizontales cada vez más cerrados hasta cubrir completamente el cráter; o bien dejando óculos de tamaño y posición variable en función de necesidades específicas.

Es un sistema abierto que asocia cráteres con domos, estudiando sus tamaños y configuraciones para generar oportunidades de agrupamientos y espacios habitables. La extensa información topográfica de la luna permitirá establecer las mejores opciones de localización de domos de diversos tamaños y condiciones de agrupamiento. Debajo de los mismos se desarrollarán las estructuras tecnológicas y científicas necesarias para las actividades humanas.

Desde arriba, desde la tierra, las intervenciones serán casi imperceptibles y la luna permanecerá igual que siempre. Hay tan sólo sutiles anomalías: algunos cráteres tienen su sombra espejada.

 

Equipo

Diego Arraigada, Sofía Rothman, Lucrecia Rossi Raies, Pablo Gamba, Luciano Navarini, Francisco Falabella, Mercedes Paz, Quentin Bonnet, Emmanuel Leggeri, Manuel Bianchi, Facundo Spina

Fotografías

Diego Arraigada, Federico Cairoli

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